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sábado, 27 de enero de 2018

Dos miradas poéticas: "Robert Desnos y Pablo T. Rocca"

Robert Desnos (1900-1945)

Escritor francés. Poeta. Ensayista. Crítico.
Influenciado especialmente por el movimiento surrealista.
Miembro de la Resistencia Francesa durante la 2da guerra mundial.
Sus primeros poemas, inspirados por los simbolistas franceses y por Apollinaire.
Sus primeros esbozos a través del movimiento dadaísta.
Le sucede la influencia de Villón, de Nerval y Góngora.



Pablo Thiago Rocca (Montevideo, 1965).
Investigador y crítico de arte.
Poeta y ensayista.
Músico.
Lic. en ciencias de la comunicación.



Algunos poemas para aproximar:




Desnos C'est moi! ¡c'est moi!


TANTO SOÑÉ CONTIGO por Robert Desnos (versión extensa)

Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad.
¿Todavía hay tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar
sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero?
Tanto soñé contigo que mis brazos habituados a cruzarse sobre
mi pecho cuando abrazan tu sombra, quizá ya no podrían
adaptarse al contorno de tu cuerpo.
Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona y
me gobierna desde hace días y años,
seguramente me transformaré en sombra.
Oh balances sentimentales.
Tanto soñé contigo que seguramente ya no podré despertar.
Duermo de pie, con mi cuerpo que se ofrece a todas las apariencias de la vida y del amor y tú, la única que cuenta ahora para mí, más difícil me resultará tocar tu frente y tus labios que los primeros labios y la primera frente que encuentre.
Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé, me tendí al lado de tu fantasma que ya no me resta sino ser fantasma entre los fantasmas, y cien veces más sombra que la sombra que
siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de tu vida.

*


Poema recogido por Stuma (estudiante checo), entre los cuerpos moribundos rescata el escrito, corregido por Desnos en el campo de concentración.
Luego de reescribir al amor, muere enfermo, a días de ser liberado.



Tanto soñé contigo (versión breve)
caminé tanto entonces,
hablé tanto,
Tanto amé tu sombra,
que ya nada me queda de tí.
Sólo me queda ser la sombra entre las sombras,
ser cien veces más sombra 
que la sombra
ser la sombra que retorna
y retornará siempre
en tu vida llena de sol.



2.

Poemas recopilados de Pablo T. Rocca:


Edad del cuerpo

llueve sobre el mar
como una redundancia

estamos descalzos en el aguacero
hambrientos para la tarde
que es agua

fuimos hechos para cosas así
supongo
la arena se disuelve en la arena
el tiempo no guarda palabras

(de El cuerpo y su sombra, 1997)


cuerpo en fronteras

dónde están los otros
sino en mí
espejo cambiante:
en ellos me proyecto
y me desconozco
nos sostenemos –sin embargo–
en la diferencia
me pertenecen –pienso
y extrañamente soy
De El cuerpo y su sombra (1997)


¿ Qué busca decir quién escribe su poética, hay alguna intencionalidad puesta en juego?



Lo que se tiene entre manos, es lo mismo si fuera una piedra cualquiera, la sombra o el mismo sol, lo que se busca es un impulso profundo. No son palabras dichas por azar y no cualquiera puede hacerlas suyas.

El poeta no tiene certezas o tiene una gran certeza que no logra definir-algo en la punta de la nariz o corriendo por las venas-.

La poesía como: esas distancias pequeñas y grandes. Soñar como un pedido de vida, de más tiempo o de más ojos, de más palabra, de más cercanía a cuerpos que se pierden; de menos hambre y enfermedad, de más verdad, de más valentía para seguir soñando y pensar en las luces hasta el final.

Artesano del tiempo, el poeta, pone el cuerpo hacia lo infinito, busca su reflejo en una inmensidad, aún de manera no consciente.

El poeta como un 'terrible advenimiento' donde 'el tiempo no guarda palabras'

Su voz poética como los desplazamientos de lo que migra, se torna ajeno, se exilia o es aniquilado, el cuerpo se incrusta y encarna la sombra y la luz en los otros, aún desconociéndose del resto del mundo

Ser poeta es exiliarse?, disociarse del propio cuerpo y las palabras?
¿el otro como cuerpo deformante?


El gran Raúl Zurita nos dice: ( a propósito de Desnos) en su libro Sobre el mar.
La visión del ser al que se dirige es casi la de un espejismo, la de alguien soñado al que ya no se tiene ninguna esperanza de alcanzar, pero que es lo suficientemente real y delicado, fuerte y leve, como para poder hacerlo renacer, aunque tan sólo fuese por unas pocas horas, al espacio del cielo abierto.



Alguien queda del otro lado
Otro mundo se está alzando desde los escombros.